Hablaremos de algo que yo le llamo "El poder de los poquitos". Éste es un hábito que, si lo practicamos con nuestros hijos, podrán lograr todo tipo de metas.
El principio es bastante sencillo, se trata de dividir las actividades grandes en pequeñas partes fáciles de hacer. Por ejemplo, si sus hijos tienen un proyecto en el colegio que deben de entregar en 5 días la buena práctica es dividirla en 5 y hacer una parte cada día. Otro ejemplo es leer un libro. Por muy largo que sea, con poco que leamos todos los días, lo terminaremos antes de lo que creemos. Entre más compleja la tarea, más necesario es dividirla. 
Ahora, por qué esto tan sencillo es tan poderoso, veamos...
Sólo el hecho de empezar, ya nos disminuye el nivel de ansiedad.
Vemos el avance diario, eso nos da el sentido de progreso, y
Es la más interesante, aquí vemos el poder de nuestro cerebro. Cuando hacemos una parte pequeña todos los días, permitimos que nuestro cerebro haga dos cosas, una es asimilar y consolidar lo que aprendimos, esto sucede cuando dormimos. Y la otra, es poner a trabajar nuestro subconsciente. Cualquier duda que nos quede con lo que hacemos, nuestro subconsciente la empezará a tratar de resolver de forma automática. A esto se le llama Imprimación.
Sin entrar a tanta ciencia, nuestra mente consciente hace una tarea a la vez y usa, a lo sumo, el 10% de nuestro cerebro. Nuestro subconsciente utiliza el restante 90% y es capaz de manejar 500,000 veces más información. En otras palabras, estamos poniendo a trabajar la parte más poderosa de nuestro cerebro.
En conclusión, no importa si vamos a ordenar un closet, leer un libro o hacer un proyecto complicado. Si hacemos un poco cada día, lograremos hacerla en menos tiempo y mejor hecha.
